Relato n° 3 concurso #lomojado

COSAS QUE MOJAN

María Pilar Carranza


Todavía me acuerdo. Era día del niño y domingo.
Volvíamos de misa con vos y los viejos (todos juntos, sí).
La jaula estaba vacía y la ventana abierta. Me olvidé de cerrarla, te juro que me olvidé. <<No sabe volar, le cortamos las alas>>, decías llorando.
Me olvidé de cerrarla, te juro. Bajé tres pisos y di la vuelta al departamento para ver si había caído. No estaba. Subí a la terraza, pensando en nosequé. Menos. Quizás la tapia del galpón de en frente. Tampoco.
Me apoyé en la baranda y miré abajo tratando de fichar un puntito verde. Nada. Cerré los ojos pensando que así iba a poder escuchar algo. Al pedo. ¿Algún otro lugar? Ninguno.
"La pucha, me la re mandé... Encima tenía que ser justo hoy", pensaba.
Con la cabeza gacha nomás entré a la casa. Vos seguías llorando y me mostrabas la latita de picadillo dónde sabíamos darle agua. Tenías las manos acomodadas como nos habían enseñado en la catequesis. La derecha debajo de la izquierda en forma de cuchara.
<<La catu ha aprendido a volar y se fue de gira>> , dije. Te enojaste y se escuchó el portazo detrás tuyo. Ese día también lloré.